«Hay días en que veo la cantidad de trabajo que he hecho, la que me queda por hacer, que mis quejas no valen para nada y que, además no me pagan las horas extras que tengo que hacer y me pregunto, ¿para qué me habré metido en este trabajo?» Este testimonio es, quizá, el último que uno esperaría escuchar de boca de un médico. Y, sin embargo, según detalla el doctor Enrique Ramos, vocal del Colegio de Médicos en el Campo de Gibraltar, es la tónica predominante en la provincia en general y en esta comarca en particular.
Los tribunales han dado la razón a un médico de familia del Campo de Gibraltar, el SAS que tendrá que ser indemnizado por el excesos de pacientes que soportaba. Sin embargo, la Junta seguirá manteniendo su práctica.
Concretamente, el tribunal Contencioso-Administrativo número 5 de Sevilla dictaminó que un médico de familia (del que no ha trascendido el nombre) soportó un ‘acúmulo de cupo’. El ‘acúmulo de cupo’ es, según explican desde Csif (el sindicato que llevó el caso de este galeno) el exceso de pacientes que recibe un médico, por lo general, provenientes de un compañero que está de descanso o de baja.
«Este procedimiento se ha tomado como práctica para no tener que reemplazar a los compañeros que faltan», indican desde el Colegio de Médicos de Cádiz. «Además de que faltan contrataciones, muchos médicos saben en qué condiciones estamos en el Campo de Gibraltar y no quieren venir», añade la delegada del sector de Salud de Csif en el Campo de Gibraltar, Virginia Palmero.
La sentencia en cuestión llega tras años de denuncias de que se estaba abusando del ‘acúmulo de cupo’ («que realmente son horas extras») por parte de la administración. Ahora, la Junta de Andalucía tendrá que compensar económicamente a este profesional que se atrevió a denunciar.
Según opina Palmero, esta sentencia puede allanar el terreno a un «aluvión de denuncias» porque, según desvela, «nos hemos reunido con los responsables del área sanitaria del Campo de Gibraltar y nos han dicho que tienen la orden de Sevilla de mantener la misma práctica; las bajas no se van a cubrir y el trabajo tendrá que repartirse entre los médicos que se encuentren en el centro de salud».
El problema, relata, es que estas asignaciones se producen de manera oral y muy rara vez hay algún documento que las acredite, «salvo el propio orden de citas que tiene el médico para ese día».
Esta situación comenzó a agravarse a raíz de la crisis. El doctor Enrique Ramos, que pasa consulta en Los Barrios, detalla que antes «se compensaba el exceso de trabajo con días libres, pero eso también lo quitaron; ahora te hacen trabajar más sin ningún tipo de compensación».
Subraya que no les gusta hablar de dinero, «pero si el compromiso es de que haya unos 1.500 pacientes por médico y ya la media es cercana a los 2.000, nos deberían de dar una contraprestación por, además, asumir los pacientes de un compañero».
Detrás de esta práctica estaría el evitar hacer contrataciones «pese a que hay una bolsa de la que es muy fácil tirar», incide Ramos. La situación se habría institucionalizado tanto que en los centros de salud, según indica el propio médico, «no podemos coincidir en las vacaciones los médicos porque sabemos que tendremos que suplirnos los unos a los otros». Tanto Csif como el Colegio de Médicos de Cádiz denuncian que, además del estrés que supone para los profesionales, estas circunstancias «empobrecen enormemente la calidad asistencial a los pacientes».
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