Fuente: El Mundo/Isabel Munuera
Los tres primeros meses del año no suelen ser tradicionalmente buenos para el empleo y este año no ha sido una excepción, con el añadido de que las mujeres siguen siendo las más castigadas por la falta de empleo. De hecho, todo el aumento del paro entre enero y marzo se ha escrito en femenino, con 21.700 desempleadas más; por el contrario, ha descendido el número de hombres parados (-4.500), según la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística.
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| El paro sube en 17.200 personas y se destruyen 69.800 empleos |
En términos generales, el primer trimestre se despidió con más paro y menos empleo. Además, en esta ocasión, el primer trimestre no se ha beneficiado tampoco del tirón de la contrataciones de Semana Santa, al caer ésta a mediados del mes de abril. Así, el desempleo subió en ese periodo en 17.200 personas y se destruyeron 69.800 puestos de trabajo. Así, el número de parados se sitúa en 4.255.000 y el de ocupados, en 18.438.300.
De hecho, el de este año es el mayor aumento del paro en un primer trimestre desde 2013 y el mayor descenso trimestral de la ocupación en ese mismo periodo desde 2015. Sin irse tan atrás, el año pasado el paro también se incrementó, pero lo hizo en menor medida. En concreto, en 11.900 personas. Y la ocupación también cayó, aunque menos que en 2017. Entonces se destruyeron 64.600 empleos.
Que este año el paro no haya aumentado más, teniendo en cuenta la importante destrucción del empleo, se explica por el descenso de la población activa. La bajada en 52.600 de las personas en edad y disposición de trabajar permite que, pese a que ha habido una considerable pérdida de ocupados (-69.800), el desempleo sólo se haya incrementado en 17.200 personas.
La tasa de paro queda así en el 18,75%, tras subir 12 centésimas en este primer trimestre; mientras que la de actividad baja 17 centésimas, hasta el 58,78%, tras reducirse el número de activos. En el último año, la población activa ha disminuido en 127.700 personas.
Bajan los de larga duración
Las buenas noticia, por el contrario, sí llegaron en este trimestre para los parados de larga duración, que disminuyeron en 450.100. Ahora bien, no conviene olvidar que todavía hay más de 2,31 millones de desempleados que llevan más de un año sin encontrar trabajo. Por lo que respecta al paro juvenil, la tasa de desempleo entre los menores de 25 años se situó en el primer trimestre del año en el 41,65%, tras caer 4,84 puntos.
El balance de este primer trimestre no es, en cambio, tan negativo si se analizan los datos en términos desestacionalizados, es decir, sin tener en cuenta el efecto calendario. Así, el paro bajó un 3,02% y el empleo aumentó un 0,7% en los tres primeros meses del año. Lo mismo ocurre en clave anual: la ocupación creció en 408.700 personas en los últimos 12 meses y el desempleo cayó en 536.400.
En cuanto al número de asalariados, desciende en 44.600 en el primer trimestre. Aumentan, sin embargo, los que tienen contrato indefinido en 78.000, mientras que disminuyen los que suscribieron contratos temporales en 122.600 (muchos vinculados a la campaña de Navidad). La tasa de temporalidad baja así en 72 centésimas, hasta el 25,75%, pero es superior a la que se registraba hace sólo un año (25,04%).
En variación anual, el número de asalariados aumenta en 405.600 -el empleo indefinido se ha incrementado en 195.600 personas y el temporal en 210.100-; mientras que el número de trabajadores por cuenta propia baja en 23.800 este trimestre, y crece en 1.100 en los 12 últimos meses.
El empleo destruido en el primer trimestre correspondió a puestos de trabajo a tiempo completo, con 111.100 menos, por el contrario aumentó el número de ocupados a tiempo parcial en 41.300. En la evolución anual, los resultados se invierten y es el empleo a jornada completa el que más crece frente al a tiempo parcial (365.200 frente a 43.400).
Sectores
Por sectores, la ocupación cayó en 12.300 personas en el sector público, aunque lo hizo en mayor medida en el sector privado, con 57.600 ocupados menos. La Agricultura (con 31.000 nuevos cotizantes) y la Construcción (2.100) fueron las actividades que impulsaron el empleo entre enero y marzo. Por contra, los servicios destruyeron empleo con intensidad, con 94.700 empleos menos, y también cayó la ocupación en la industria (-8.200).
Por regiones, los mayores descensos del empleo se produjeron en la Comunidad Valenciana (-29.300), Islas Baleares (-22.100) y Canarias (-16.600). La otra cara de la moneda la protagonizó Andalucía con 63.100 ocupados más.
Estos datos demuestran un trimestre más que nuestro mercado laboral se encuentra muy condicionado por la estacionalidad y tiene una fuerte dependencia del sector servicios, sobre todo, de la hostelería y el turismo. Habrá que esperar, por tanto, hasta el segundo trimestre del año para observar una mejoría, cuando los datos sí incluyan las contrataciones de Semana Santa y el arranque de la temporada estival. Las previsiones apuntan que será de nuevo una muy buena temporada, tras el récord que se alcanzó el año pasado cuando se superaron los 75 millones de turistas.
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