lunes, 16 de julio de 2018

Nervios, incertidumbre y dudas a un año de la OPE nacional en Sanidad

De momento, el único borrador que ha trascendido ha sido el de la Comunidad de Madrid

Fuente Esther Ortega/Redacción médica

Javier Martínez, presidente de Sanidad de CSI-F
A un año vista de que llegue el examen de la gran oferta pública de empleo nacional en Sanidad, los ánimos de los profesionales que se van a presentar están bajo mínimos. El anuncio de la OPE llegó tras demasiados años de crisis económica, en la que médicos y enfermeros asumieron con paciencia contratos precarios. El concurso de miles de plazas fijas llenó de esperanza a unos trabajadores ahora descontentos con la falta de información y las bases de la convocatoria. Un año después de la gran ilusión, lo único que se conoce son las fechas y que cada comunidad autónoma se encargará de elaborar un temario específico y fijar unos baremos. De momento, el único borrador que ha trascendido ha sido el de la Comunidad de Madrid. 

“Me enteré de la oferta a través de las redes sociales de los sindicatos. Al principio te ilusionas con la esperanza de que se iban a crear un montón de plazas y solo en un año. Ya teníamos hasta la fecha. Y ahora van pasando los días y las noticias que van llegando es que igual se para”, lamenta Pilar Gimeno, enfermera de 31 años, que hace alusión a la petición de la Asociación Nacional de Interinos y Laborales (ANIL) de paralizar el proceso de la OPE y las convocatorias ligadas a su aprobación, alegando que no se tenía en cuenta que muchos interinos llevan en esos puestos más de tres años.


Las medidas cautelares han sido desestimadas, pero la Audiencia Nacional aún puede anular la OPE  -pactada por el anterior ejecutivo y los sindicatos- por sentencia. Antonio Cabrera, secretario general de FSS-CCOO, afirma que se respetará la decisión de este órgano, aunque recuerda que hay  “una constitución española que indica que para acceder al empleo público debe hacerse mediante los principios de igualdad y meritocracia”.
CINCO CONTRATOS EN UN AÑO

Pilar, que trabaja en un centro de especialidades de Zaragoza, empezó el pasado lunes el quinto contrato en lo que va de año. “De ahí mis ganas de la mega OPE”, ríe la joven, que lleva desde el 2016 encadenando este tipo de trabajos. Fue entonces cuando acabó la carrera, cargada de ilusiones que se han truncado por la gran eventualidad y precariedad del sector: “El contrato más largo es en el que estoy ahora, que acaba en octubre. Por lo menos paso tranquila el verano”, se consuela.

“También tenemos bastante incertidumbre con el cambio de gobierno. Nos entran dudas de si la van a parar y vamos a seguir encadenando contratos más tiempo. En Aragón, en la última OPE, salieron 300 y pico plazas para más de 12.000 personas que nos presentamos”, recuerda, indignada, Pilar, que en las últimas semanas también ha probado suerte en Euskadi y Andalucía. “Si mi comunidad no me quiere me tendré que mudar a otra”, bromea la enfermera, que añade: “No me importa tanto irme como tener cierta estabilidad. Aquí tengo a mi familia y mis amigos, pero nada que me ate y que me haga quedarme aquí sí o sí. No me importa mudarme si eso supone un puesto fijo”.
A LA ESPERA
La lentitud con la que se está desarrollando la convocatoria tampoco anima a la joven, que navega en internet cada día en busca de alguna novedad. “Por lo que voy leyendo solo sé que se ha hecho un borrador para la de Madrid, pero el resto de comunidades no ha sacado absolutamente nada. Voy mirando cada día todo pero está parado”, se extraña Pilar, consciente de que en su comunidad no saldrán numerosas plazas: “Además, en Madrid salen unas 5.000 plazas, en Andalucía 4.200 y pico y aquí en Aragón, ¿cuántas saldrán? No creo que más que 600”, lamenta la enfermera maña.

“No me imaginaba que, con mi edad, iba a estar todavía viviendo en casa de mis padres. Yo no puedo meterme ni en una hipoteca ni en un alquiler porque hay meses que sí que trabajo pero hay otros que no. Y si no cobro, ¿cómo mantengo yo una casa? Es más, pedí una tarjeta de crédito a un banco y me hicieron mandar las tres últimas nóminas. Como había meses que ganaba bastante y luego otros en los que cobraba 100 euros, pues me denegaron la tarjeta de crédito. Es muy triste”.
 
COMUNIDADES AUSENTES

Pilar se ha dado de vacaciones esta semana y la próxima comenzará a estudiar a partir del temario de la anterior convocatoria: “Me meteré en una academia, en principio, en septiembre. Pero si no ha salido nada oficial me borraré”, explica la joven, que añade: “Se ha barajado que cada comunidad haga su propio temario como se hace en las OPEs normales. También, al ser una OPE de estabilización, hacer un temario general para todo el mundo, que sería lo suyo, porque al poner el examen el mismo día, obviamente, no te puedes presentar en varias”.


"25 puntos son el equivalente a 8 años trabajados. Vas a adelantar a toda esa gente y se están enfadando y con razón”

Según explica Gracia Álvarez, secretaria de Salud, Servicios Sociosanitarios y Dependencia de FeSP-UGT, “se ha hecho coincidir los días de examen de las categorías para que no se presente todo el volumen de gente en las distintas comunidades porque si no, no resolveríamos el problema. Podrías sacar plaza en dos sitios, tendrías que renunciar a uno, meter a un interino… sería muy complejo porque el volumen de plazas es muy grande”.
Las comunidades autónomas que han decidido sumarse a la OPE estatal para estabilizar los puestos de trabajo son Cataluña, Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura, Castilla y León, Canarias, Cantabria y Asturias. Por su parte, Aragón, Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana, La Rioja y País Vasco, tendrán sus OPEs en fechas distintas a la convocatoria estatal.
 
DIFÍCIL PARA LOS JÓVENES

Aunque intentará luchar por su plaza, Pilar no cuenta con muchos puntos de cara al examen. “Por mes trabajado dan 0,25 puntos, que es ridículo. Por cursos tienes un máximo de 15 puntos y eso lo tengo, y por oposiciones 6 puntos”, calcula la enfermera, que narra las particularidades que se dan en su comunidad: “En Aragón nos cambian el baremo en 2020, hasta ahora si aprobabas una oposición en otra comunidad te daban seis puntos, que está muy bien y adelantas unos puestos; ahora lo que quieren hacer es que, para trabajar en Aragón, tienes que aprobar la de aquí y te darán 25 puntos, que es injustísimo, te obligan a quedarte aquí. Veinticinco puntos son el equivalente a ocho años trabajados. Vas a adelantar a toda esa gente y se están enfadando y con razón”, considera.

En la misma situación está Fernando Navarro Ros, de 33 años y médico de Atención Primaria en Valencia. “Acabé la residencia hace cuatro años, y el problema es que tenemos a mucha gente con mucho tiempo trabajado, que es prácticamente lo que más pesa en este caso. Yo la estoy planteando como una OPE para preparar la siguiente. No es la nuestra en este sentido”, sentencia el joven, que ahora está haciendo una sustitución: “Desde que acabé la residencia, he tenido la suerte de que alguna baja de las que he cubierto ha sido bastante larga. Pero básicamente he tenido contratos de sustitución, el más largo, año y medio”, añade.
 
"Los conocimientos para ejercer todos los días los tengo, pero no llevo una preparación académica de OPE"

Como Pilar, se siente atado a unos contratos que no le permiten pensar en futuro. “Lo de acumular contratos me afecta, sobre todo, a la planificación de vacaciones y de procesos formativos. Tú tienes derecho a lo que vas generando y si tienes algo de suerte y coges uno largo, puedes tener una mínima planificación, pero con uno de tres meses no te puedes atener a nada, solo hacer planes a corto plazo”, lamenta.
 
OPE DE ENSAYO

Lo que más inquieta a Fernando es saber si, dentro de unos años, se volverá a convocar otro examen para los que ahora son demasiado jóvenes para optar a una plaza. “Hay gente que lleva estudiando 5 ó 6 años para este examen. Yo es la segunda vez que me presento a una oposición, la primera de Medicina de Familia. Cuento con no aprobar a la primera”, se sincera el joven, que añade: “Los conocimientos para ejercer todos los días los tengo, pero no llevo una preparación académica de OPE. De momento ni he empezado a prepararme, solo mirando exámenes y tal.  Si saco una buena nota bien, pero no aspiro a una plaza. Hemos superado un MIR, estamos ejerciendo, dando vueltas por el mundo laboral… ya tenemos una edad para coger plaza y sin embargo, en esta OPE lo descarto”.

Quien no lo hace es Raúl Darío Pérez, médico de familia de 42 años, que está trabajando de refuerzo en Aranjuez cuando atiende a Redacción Médica. Lleva en España desde el 2008, cuando empezó a buscar empleos: “Desde que terminé el MIR en el 2014 siempre he encadenado contratos cortos, de tres en tres meses”, reconoce Raúl, que se enteró de la convocatoria nacional a través de un amigo y destaca el déficit de profesionales que hay en el sector.
 
SOLUCIÓN A LA EVENTUALIDAD

“No hay estabilidad para ningún proyecto, ni comprarte una casa puedes. Sacar una plaza en esa OPE sería conseguir, por fin, una estabilidad y una tranquilidad para el día a día”, confiesa el especialista, al que le preocupa que pueda presentarse mucha gente al examen. “Todavía no he empezado a prepararlo, pero me apuntaré a alguna academia. Creo que el Colegio Médico también nos va a dar el temario específico”, explica Raúl, padre de dos hijos, por los que prefiere quedarse en Madrid.

“Si todo sale bien, habremos conseguido consolidar al menos 80.000 puestos de trabajo”, se congratula Javier Martínez, presidente de Sanidad de CSI-F, que confía en que la OPE nacional salga adelante pese al cambio del ejecutivo: “Entiendo que no van a tocar ningún pacto firmado por la Administración Pública con CCOO, UGT y CSIF, porque de ser así tendrá un problema”.

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